UNA HISTORIA DE VIDA Y VUELTA
A veces la vida traza trayectorias demasiado perfectas como para que los plumillas las desaprovechemos. La de José Viqueira, en compañía de Nuria Moreu, es la de cuatro viajes de vuelta superpuestos: a la música, a su ciudad, Vigo, al estudio de Paco Loco y al sello discográfico que él mismo impulsó, a principios de los 2000, para publicar a su anterior grupo, Free Serena. Esas líneas convergen en el lanzamiento de Songs from everywhere, el primer disco de Isius, el proyecto que esta pareja se inventó para dar salida a sus inquietudes musicales. Lo presentan, en formato banda, este viernes 12 en La Fábrica de Chocolate.
Entroncado con el indie norteamericano más intimista y delicado y definido por la inconfundible voz de José, el álbum registra en siete canciones el recorrido vital del ahora matrimonio a lo largo de la última década. Así que conviene empezar por el principio. Lo cuentan a dúo -no estaba previsto que Nuria participase en la promoción, como no lo hará en los directos, pero ha hecho una excepción- en su apartamento de Alcabre.

Todo eso empezó hacia 2010, cuando la pareja se mudó a Madrid. No tenían más ambición que pasarlo bien, invitando a colegas a colaborar en las demos y difundiendo el resultado entre ellos. De hecho, el nombre de Isius surge de una broma con uno de sus amigos. De esa época son ‘Chasing Time’ y ‘GWG’, que abordan ese tiempo de cambio, “de encontrarse a uno mismo otra vez, pero en otro sitio, desubicado”, explica Nuria. ‘Red Flame’ narra la experiencia de José en una empresa de cuyo nombre no quiere acordarse y ‘The Hollow Side’ es un homenaje a su padre, fallecido: “Un tío de putísima madre y que marcó muchísimo mi vida”. El tema ha ganado luz en la versión de estudio con respecto a la maqueta con la introducción de la batería, a cargo de Rafa Camisón. “Me gusta más cómo quedó ahora, es triste pero tiene un punto guay”, comenta la letrista, que en las demos se valía de su formación en piano para aportar sintetizadores y melódica, además de ejercer de productora.
Justo antes de dejar la capital española por Ámsterdam componen ‘Moving On’, a modo de despedida. Isius se fue a Holanda con los cacharros para seguir grabando, pero de todo lo compuesto durante año y medio solo han rescatado un tema, ‘The Pijp’, el nombre del barrio en el que vivían. En ella cuentan los miedos que surgen al llegar, de nuevo, a otra ciudad y otros trabajos.
En esas estaban cuando, en 2013, el deber llamó a José de vuelta a Vigo, para hacerse cargo de la empresa familiar. Se encontraron con una ciudad deprimida, con una tasa de paro pavorosa. “Nos llamó mucho la atención que no había coches por la calle, veníamos de un sitio muy bollante. Ahora empiezas a ver que las cosas comienzan a ir mejor, pero cuando llegamos dijimos: ‘¡A ver qué hacemos aquí!’”. Lo que hicieron fue trabajar tanto -Nuria en una empresa de marketing que montaron al comprobar la falta de oportunidades- que Isius quedó en barbecho.
Nuria acabó la letra de ese corte poco antes de que José entrase en el estudio de Paco Loco, en Cádiz, a registrar Songs from everywhere. “Las canciones estaban ahí, nos gustaban mucho. Un día le pregunté a Josiño [Carballo, responsable de Ernie Records] si nos sacaría las canciones si las grabábamos bien. Me contestó: ‘Claro, si sigues teniendo el mismo gusto y no haces muiñeiras’”. Ernie, ahora discográfica y agencia de management a cargo de grupos como Novedades Carminha y Holywater, o Maryland en el pasado, fue fundada para lanzar a Free Serena. “Como nadie nos quería sacar nos inventamos un sello, luego él siguió con la historia», explica.
En efecto, el compositor sigue bebiendo de las mismas influencias: el rock alternativo norteamericano de los 90 y primeros 2000, si bien con su anterior proyecto basculaba hacia el power-pop más eléctrico y ahora, en una evolución muy natural, tiende más a los medios tiempos y a los sonidos más acústicos. Death Cub for the Cutie, Nada Surf, Lampchop o los escoceses Teenage Funclub son referencias a las que remite Isius. Precisamente, para estos últimos abrirán en la sala Capitol compostelana y, para celebrarlo, han grabado esta versión suya.
Lo que tampoco ha cambiado es el particularísimo timbre vocal de José, con un registro más propio de una mujer que de un hombre. “El otro día nos metieron en Spotify en una lista de indie femenino. [Risas]. No sé cómo coño lo hago, porque mi voz luego es totalmente diferente”, comenta. Cierto, nadie que lo escuche hablar podría imaginarse que es la misma persona que suena en sus grabaciones. “A mí siempre me dicen que canto yo”, apostilla su mujer.
Pasado el verano, José y un colega -la idea inicial es que fuesen también Nuria y la bebé, luego no les pareció muy viable- marcharon al mismo estudio en el que Free Serena había grabado sus dos referencias, Mateo´s haircut y All these voices.
Faro: ¿Y cómo fue el reencuentro con Paco Loco 15 años después?
José: La sensación fue como si no hubiese pasado el tiempo. Había estado con él en el concierto de Australian Blonde [en La Fábrica, en marzo del año pasado], le había dejado una guitarra. Luego le comenté lo de las canciones, le mandé las demos y me dijo que le gustaría encargarse él, que le molaban mucho. Pensé que íbamos a estar más cortados, pero es genio y figura, llegas allí y te hace sentir como en casa. Toda la grabación fue muy bien, muy tranquila, cero presión. Me puse totalmente en sus manos.
A la vuelta de su semana en el estudio, visto el buen resultado, José decide que vale la pena presentarlo en directo. Quería que Nuria se hiciese cargo de los sintes, pero con otro bebé en camino -sale de cuentas el día antes del concierto de Santiago-, el trabajo, Ana… Ella, que como experiencia en vivo tiene las audiciones del auditorio, tampoco se ve mucho sobre las tablas: “Me podría muy nerviosa ante… No sé cuánto público vais a tener, ja, ja, ja”. El caso es que el cantante fue reclutando músicos entre amigos y amigos de amigos, con la idea de formar una banda en la que lo principal fuese disfrutar sin “malos rollos”, tan frecuentes cuando las ambiciones son otras. “Al principio sonaba fatal, estábamos totalmente oxidados. Ahora está muy bien. Las canciones han ido evolucionando mucho, desde la maqueta al disco y del disco al directo. Cada uno aporta sus historias”.
Después del largo parón compositivo a su regreso a casa, Isius ya está trabajando en temas nuevos, con la idea de dar continuidad a Songs from everywhere. Cuando esta noche se suban al escenario de La Fábrica se cerrará el círculo y la estructura ya tendrá que ser otra. Y a las cuatro vueltas que se citaban al principio se sumará una quinta, la de aquellos que cuando escuchen la voz de José regresarán por un momento a aquel Vigo del cambio de siglo.
LA MÚSICA DE VIGO, EN SEIS PREGUNTAS
Tu grupo/artista de Vigo favorito:
Isius: Maryland.
Un sitio para tocar en Vigo:
Isius: La Iguana de toda la vida.
El mejor concierto de Castrelos:
Isius: Jamiroquai.
Un grupo/artista de Vigo al que reivindicar porque no tiene el reconocimiento que merece
Isius: Portrait.
The next big thing de la escena viguesa
Isius: Deuladeu.
¿Qué opináis de la escena musical en Vigo?
Isius: No tenemos opinión en estos momentos. En su día fue muy activa, divertida y variada.