UNA OLA DE FRESCURA ECLÉCTICA
Fin de año de cosquilleo en el estómago para los miñoranos Atlantic, que quieren despedir con apoteosis 2018, en el que lanzaron su primer disco, Los días felices. Se subirán dos veces al escenario para mostrar en Vigo su ecléctica propuesta indie-rock: hoy en la gala de entrega de los premios Maketón Estrella Galicia, junto a The Riggos, y el próximo viernes con sus colegas salmantinos de La Mafia Canalla, en la sala Rouge, la misma que hace unos meses acogió la presentación oficial de su trabajo. “Tienes esos nervios hasta que llegue el momento, te asomes detrás de la cortina y te emociones al ver a tanta gente, como ese día, o no”, comenta el bajista Rafa Dávila.
Para ese día de fiesta prometen una puesta en escena especial. Además de sus cinco miembros -entre los 21 y los 24 años-, llevarán otros dos vientos a mayores del saxofonista, Andrés Vilas, y un segundo guitarrista. “Va a ser un concierto muy chulo, lo vamos a pasar bien”, promete Roi Grandío, voz y guitarra, que destaca que en directo la banda suena con “mucha más fuerza” que en el estudio. Y eso que en el disco hay pasajes con hasta 12 o 13 músicos tocando.
Es posible que a algún lector se le haya activado una conexión neuronal al leer el apellido del cantante de Atlantic. Sí, Roi es hijo de Segundo Grandío, el exbajista de Siniestro Total. No se cita la relación familiar por faranduleo; Segundo tiene un papel relevante en Los días felices. Es el productor del disco, que se grabó en su Casa de Tolos, el estudio que tiene en Gondomar, en unas condiciones poco probables para una banda que aborda su debut discográfico. Dedicaron más de 200 horas de sesiones repartidas a lo largo de cuatro meses y contaron con un cuarteto de cuerda de la Orquesta 430, una sección de metal que trabajó con Siniestro, el teclista Alejandro Casquero al órgano Hammond y dos coristas.
“Tenemos esa suerte, es una ayuda. Nos metimos allí, trabajamos entre nosotros, escuchábamos a Segundo, que también tiene cosas que decir. Los resultados se pueden escuchar”, explica José, el batería. Eso sí, concluida la grabación, se acabaron las ventajas de tener a un padre que tocó una de las bandas de rock más grandes del Estado. “Nos dice que somos nosotros los que nos tenemos que sacar las castañas del fuego. Él no nos consigue tocar en tal sitio o colaborar con tal músico grande. Es normal y también lo preferimos”, razona Roi.
Faro: ¿Y cómo es grabar bajos con Segundo Grandío al otro lado de la pecera?
Rafa: Te sientes muy observado. Sabes que controla de tu instrumento y piensas: “Yo soy un pezquenín a su lado. Un pezqueñín que está empezando a nadar”. Siempre estuvo pendiente de mí. Algunas líneas le gustaban; también me sugería cosas para cambiar. La de ‘Fronteras’ le encantó desde el primer momento, me quedé sorprendido hasta yo. Fue lo primero que me salió al tocar con José el ritmo de la canción.
En sus tres años de trayectoria la banda ya va acumulando experiencias de las que seguir contando con el paso del tiempo. Una un poco de serie b. Poco antes de salir a tocar en un concierto en Salamanca, un inoportuno granuloma en la espalda del saxofonista y un golpe inadecuado del cantante en el lugar afectado acabó con el músico empapando su camisa de sangre durante el bolo, para pánico de su hermano, que veía el panorama desde la batería. Y eso que Rafa, que además de bajista es enfermero, antes de la salir a escena había detenido la hemorragia a base de papel higiénico, celo y cinta de carrocero. Ventajas de tener que compatibilizar sus trabajos o estudios con la música. “Estamos cubiertos: Andrés va a ser abogado, Collazo, psicólogo, Rafa es enfermero, José informático y yo estudio Comunicación Audiovisual”, bromea Roi.
Ahora mismo, explica José, saben que el grupo no les permite vivir de ello, aunque el compromiso para poder ensayar y salir a tocar es total. Roi añade: “Si en algún punto se nos presenta la posibilidad de dedicarse 100% cada uno decidirá lo que tenga que decidir. De momento es complementario, ojalá llegue el momento de tener que decidir”.
La música de Vigo, en seis preguntas
Tu grupo/artista de Vigo favorito:
Atlantic: Sería muy difícil elegir solamente a uno. Iván Ferreiro nos encanta. Del panorama nacional también Morgan y Vetusta Morla, por ejemplo.
En cuanto al internacional se nos pone aún más difícil… Radiohead, Oasis, Bowie, Phill Collins, Artic Monkeys… Sería imposible elegir solamente uno.
Un sitio para tocar en Vigo:
Atlantic: Hay muchos sitios interesantes, buenos y/o con mucho encanto. Sería complicado elegir solo uno. La Rouge tiene fama de discoteca y ya está, pero lo cierto es que la sala suena increíble, siempre nos han tratado muy bien y traen a grupos muy, muy buenos de todo el mundo. Otras como la Radar, La Fábrica de Chocolate o la Masterclub también son geniales. O La Iguana, que es el clásico templo del rock vigués. Indispensable.
El mejor concierto de Castrelos:
Atlantic: Eso tiene mucha historia, siempre nos han hablado de uno de Siniestro Total abarrotado de gente que en esos momentos estaba ‘contentilla’. Empezó tarde y terminó a las 6 de la mañana.
Este año han venido los Maná, no pudimos ir porque estábamos en Barcelona, pero nos contaron que fue flipante.
Un grupo/artista de Vigo al que reivindicar
Atlantic: Hay tantos… Vigo tiene mucho nivel, pero por desgracia este mundo es lo que tiene. Muchas veces nos encontramos con cosas o situaciones que no son para nada justas. Y grupos realmente buenos que lo han terminado dejando por no comerse un rosco… Destacaríamos a bandas tremendas como Cornelius, Moon Cresta o Eladio y Los Seres Queridos .
The next big thing de la escena viguesa
Atlantic: ¡Es difícil elegir una cuando nosotros también queremos serlo! Este viernes 21 tocamos con The Riggos, por ejemplo. ¡Ellos mismos podrían conseguirlo!
¿Qué opináis de la escena musical en Vigo?
Atlantic: Espectacular. Es una ciudad desbordada de grupos y gente que hace las cosas con muchas ganas. Estamos muy contentos de formar parte del panorama que se está cultivando en esta ciudad. No sabemos cuántos conciertos hay de aquí hasta que acabe el año. Pero sabemos que son muchos, y eso siempre es bueno.
Quién es quién
Roi Grandío Arbiol, voz y guitarra
Con solo 21 años, el hijo del exbajista Siniestro Total Segundo Grandío tiene ya una década de experiencia en grupos. Empezó con Clan 45 (con los hijos de Miguel Costas) desde los 11 hasta los 13 años. Con 14 montó con Jose, actual batería de Atlantic, Electros, un proyecto que se prolongó durante tres años. Atlantic surge como un reencuentro de ambos. Estudia Comunicación Audiovisual en la Universidade de Vigo.
José Vilas Villamarín, batería
A sus 23 años, ha estado en dos grupos antes que Atlantic: The FreeSpirit, en el que empezó con 13 años, y los citados Electros. Estudió Telecomunicaciones en la UVigo y actualmente trabaja como ingeniero en Vigo.
Rafael Andrés Dávila, bajista
El ‘Yayo’ de grupo, a sus 24 años. Tocó en varios proyectos esporádicos, ninguno consolidado en grupo, hasta que se forma Atlantic. Estudió Enfermería en la UVigo y actualmente trabaja de enfermero en Vigo.
Andrés Vilas Villamarín, saxofonista, teclista-midi, percusiones y coros
«El hombre orquesta», como lo llaman sus compañeros, tiene 20 años y Atlantic es su primer grupo consolidado, aunque también toca el saxo en la banda de música de Belesar. Estudia Derecho en la UVigo.
Adrián Collazo Cuña, teclista y corista
El último en entrar en Atlantic, lleva dos años en la banda. Además de hacer voces, se dedica a todo lo que tenga que ver con teclas: piano, órgano Hammond y sintetizadores. Sus proyectos anteriores tampoco llegaron a cuajar. Tiene 21 y cursa Psicología en la Universidade de Santiago de Compostela.