HARD GZ

DOCTOR RAP Y MÍSTER TRAP

Como si sintiese que el traje de Hard GZ le empezase a quedar estrecho, un día Pedro Ruibal decidió que ya no solo quería hacer hip hop de inspiración clásica ni ser solo el rapero comprometido, crítico con el sistema e involucrado en proyectos de cooperación con el que ha conquistado la escena estatal. Así que, junto al nuevo equipo creativo que reclutó tras mudarse a Barcelona, decidió inventarse un nuevo personaje, LIL GZ, que hace trap, es materialista, le gustan la fiesta y el vacile: “En ocasiones hago letras en las que contradigo totalmente el momento vital que estoy pasando o lo que pienso. Entonces se nos ocurrió generar esos dos personajes y esa personificación, que al final es real. A veces soy un poco LIL y la lío parda”.

En la conversación, mantenida por teléfono en medio de una agenda endiablada, que este jueves lo llevó al Son do Camiño, también participa el productor Marcel Martí, que ejemplifica la dualidad, plasmada en su último álbum, Versus: “Si hay que ir a grabar a Las Vegas, a LIL le apetece irse de apuestas; y cuando estamos en Ecuador quiere construir letrinas. Todo el mundo tiene una vertiente más egoísta y otra más reflexiva”. Ahora, explica Pedro, están trabajando en dos discos nuevos, uno específico para cada yo artístico, con la intención de demostrar que pueden “hacer cualquier género dentro del rollo urbano y dominarlo”.

Hard/LIL está contento con esta nueva forma de canalizar su creatividad, pero en el aire queda un punto de insatisfacción. “Aunque cubras dos espectros te sigues limitando, porque hay tantos… Llega un momento en que me pregunto: ¿Este tema es de Hard o de LIL?; ¿qué define que sea de uno u otro?, ¿la actitud, la letra, la instrumental, que lleve autotune? (…) No descarto que llegue un tercer [alias]”. Ya solo le quedaría uno más para convertirse en una especie de Fernando Pessoa de la música urbana, con sus cuatro heterónimos.

No solo se trata del trap; últimamente el colectivo tiene muy presente el sonido del rock alternativo noventero de grupos como Alice in Chains, Pixies o Nirvana. No es raro encontrar analogías entre el trap y el punk, por compartir un cierto nihilismo antisistema. Sin embargo, la vinculación con el grunge es infrecuente, al menos por estos pagos. Entre Pedro y Marcel desgranan los paralelismos: a nivel rítmico, el juego con las dinámicas, el uso de gritos. “Ves un concierto de Nirvana y uno de un trapero y la reacción del público es muy parecida”, comenta Hard. En Estados Unidos, gente como Denzel Curry, XXXTentacion o Travis ya han establecido esa asociación directa, explica Marcel, que con Lupita´s Friends ha grabado un disco de homenaje a la banda de Kurt Cobain con versiones en clave trap. “Esta música urbana es la hija bastarda de aquella época”, sentencia.

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Hard/LIL, después de un reciente concierto en A Coruña | Cedida

Así que en lo musical Hard ya no solo es Hard, también es LIL, y puede que pronto alguien más, pero su forma de entender la industria sigue siendo, en esencia, la misma que cuando empezó: la autogestión. Amparado en el colectivo La Utopía del Norte, que fundó junto a su manager, Tatá, toda su carrera está construida mano a mano con sus colegas. “Cuando acabamos un concierto hago las cuentas con mis amigos, sé que no me van a fallar. No sé cómo es trabajar fuera de la autogestión porque llevo toda la vida en ella, pero no lo cambiaría”, enfatiza. Eso sí, aclara que no son “una secta” y que están abiertos a colaborar con otros actores de la industria -distribuidoras, marcas- siempre que tengan “la última palabra”.

Al trazar las diferencias entre Hard y LIL, el productor, Marcel se refería a “construir letrinas” como una de las actividades del yo comprometido de Pedro. No era una ocurrencia: participó en un proyecto para la mejora del saneamiento en una aldea de Ecuador asolada por el terremoto de 2016, y también impulsó la financiación de un biblioteca en Senegal. “Para mí es importante, si tienes un nombre y tienes la oportunidad de que la peña te escuche y se una para colaborar tienes que hacerlo”. Al margen de lo mucho o poco que pueda suponer para la gente que se beneficie directamente de esos proyectos de cooperación, remarca dos derivadas de ese activismo: primero, cuenta que seguidores suyos le han transmitido que nunca se habían interesado por estas cuestiones y que a raíz de su apoyo pusieron algo de dinero o ayudaron a moverlo; segundo, reconoce que también le sirve como una terapia “egoísta”. “Cuando vuelves a casa y ves lo que tienes, ves que abres el grifo y sale agua, lo valoras”.

Faro: ¿Te arrepientes de algunas referencias machistas en tus letras?

Hard GZ: Cuando tienes 16 años escribes a muerte y ya está. Tu capacidad llega hasta dónde llega. Claro que he escrito tonterías, pero no solo a nivel de machismo, también a nivel ideológico. Es una cuestión de madurez, vas creciendo, vas madurando. Con 30 escucharé las letras de ahora y diré “qué puto niñato”. Es ley de vida. Me hace gracia, es como cuando ves una foto de pequeño y ves las pintas que llevabas. Te da vergüenza pero te ves gracioso.

Al margen del feminismo, otro tema insoslayable estos días, el de los problemas judiciales que están afrontando algunos artistas, sobre todo en el ámbito del rap, por sus letras. ¿Le influye el contexto represivo a la hora de hacer sus letras? “No te voy a mentir. Cuando ves cómo está el panorama a veces según qué frase, cuando la estoy escribiendo, pienso: ‘¡Hostia! Esto igual me trae problemas. Pero eso es justo lo que hace que se quede el verso. Está muy loco el asunto con esto”.

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¿Hard o LIL? | Cedida

La música de Vigo, en seis preguntas

Tu grupo/artista de Vigo favorito:

Hard GZ: Rebeliom do Inframundo.

Un sitio para tocar en Vigo:

Hard GZ: O Marisquiño.

El mejor concierto de Castrelos:

Hard GZ: Public Enemy.

Un grupo/artista de Vigo al que reivindicar

Hard GZ: Kaixo y toda su gente.

The next big thing de la escena viguesa

Hard GZ: Kyotto y los Blue Invaders.

¿Qué opináis de la escena musical en Vigo?

Hard GZ: Cantera potente en los sonidos modernos, creo que viene el mejor momento para Vigo.

Quién es

Pedro Ruibal

Pedro Ruibal: cantante y letrista

Nacido en Vigo en 1995, con ocho años se mudó a A Coruña. Admite ciertos «sentimientos encontrados» sobre su pertenencia a una u otra urbe. «Como hay beef siempre ha sido algo que he tenido en la cabeza, pero creo que es a partes iguales. Me siento gallego en general», explica, eso sí, con acento coruño. En la ciudad herculina, con 13 años, conoció el rap y se enganchó. «Después de clase nos íbamos al súper, comprábamos unos cartones de vino, unas cocacolas y nos íbamos a las vías que hay detrás de Matogrande. Allí empezábamos las batallas de gallos».

Publicó su primer disco, Virus, en 2014, al que siguieron, también en clave boom bapNictofilia y tres volúmenes de Kaos Nómada. El año pasado dio el paso de adentrarse en la nueva música urbana con Versus.

En cuatro notas


Nació en Vigo y se curtió como MC en A Coruña, se hizo un nombre en el rap estatal como Hard GZ y ahora se adentra en el trap como LIL, esta suerte de Doctor Jekyll y Míster Hyde se propone dominar todos los registros de la música urbana. En su vertiente más concienciada o en la más hedonista, lucha contra los prejuicios: “Quieres hacer algo más moderno y ya te dicen que te has vendido. No tiene sentido”.