LOS REYES DEL CAOS PRENDEN LA LLAMA
Adrenalina. Sudor. Caos. Diversión. Energía. Desmadre. Palabras que evocan el espíritu de Kings of the Beach, un trío garage de Vigo, cosecha de la 94/95, que demuestra que, para al menos una parte de los jóvenes, las guitarras afiladas y los ritmos acelerados siguen siendo un lenguaje válido. Un idioma que adquiere sentido pleno en sus directos salvajes, en los que todo parece posible: gente desnuda sobre el escenario, platos voladores, desmayos, un tipo disfrazado de dinosaurio intentando contener una invasión de escenario. Puro rock & roll. Si nos los has visto, el martes 28 de agosto en Ourense y el jueves 30 en Mos dan los últimos conciertos de un verano en el que han tenido la agenda llena.
“Tocar rápido, sudar mucho”. De eso van sus actuaciones, según resumen de Samuel Otero, el batería. Completa Yago -la “Y” es petición expresa- Guirado (bajo y voces): “Se trata de liberarte. Estás ahí para salir del concierto relajado; es como una sauna, pero una sauna violenta”. “Nos mola liarla, a los técnicos de sonido no les mola tanto. Ya nos tienen fichados”, remata el cuadro Adrián Rodríguez (guitarra y voces). Luego contarán algunas de esas anécdotas.
Con más de 30 conciertos a sus espaldas en lo que va de año, con visita a Estados Unidos incluida, Kings of the Beach están convencidos de que es el momento de apostar todo o nada y de que tienen las bazas para llevarse el bote. Que su enfoque de la música sea desenfadado, sus directos tiendan a lo imprevisible y en sus entrevistas haya momentos de dispersión no quiere decir que, a sus 22, 23 y 24 años, no tengan las cosas claras.
Yago: Nos dedicamos a esto 100%, estamos a full hasta que salga bien.
Samu: Hasta que nos echen de casa.
Yago: ¡Qué va! Bueno, a lo mejor un curro a tiempo parcial…
Samu: A mí ya me amenazaron con lo de “estudias y trabajas”.
Yago: Que nos ofrezcan algo en el Faro. Yo tengo hablado con Salva Ronko -director del mítico Maketón Estrella Galicia de Los 40 Principales Vigo-; que me meta en la radio, que soy técnico de sonido. Pero el tío no quiere. Luego vamos de buen rollo…
Al margen de sentido del humor desacomplejado, tienen el rodaje en directo y ahora, aunque saben que su identidad se expresa mejor sobre el escenario, quieren dar un paso adelante en el estudio. Hasta la fecha han trabajado en él condicionados por circunstancias variopintas. Preparan ya un single con dos temas que sucederán a su primer larga duración, el Super Awkward, Fucking Awesome, publicado a principios de este año con Ciudad Oasis. “Queremos tener un sonido que te dé una hostia en la cara. Ahora igual te la da, pero más suave. Que lo pongas y te haga ¡Poouum!”, explica Yago, tan directo y espontáneo como sus canciones. Para ello, apuestan por los estudios Planta Sónica de Vigo, que cuentan con material de primer nivel para conseguir que su garage y punk rock, en la estela de Fidlar, Wavves o clásicos como The Sonics, suene “más fuerte”.
La evolución, comentan, se notará a nivel calidad del sonido y también en lo compositivo. Kings of the Beach ya no hacen las canciones -«de amor, de desamor, de juventud, de dejar de fumar»- con la urgencia de antaño. “Antes fluían solas”, comenta Yago, y explica que ahora se preocupan por darles más vueltas. “Ciertas partes que no nos convencen tanto antes hubiésemos dicho: ‘Queda así y vamos a grabar’”, apunta el bajista, y el guitarrista, Adrián, remacha con un punto de humor ácido: “Una madurez se va a notar. Estamos haciendo lo que hacía el tío al que echamos, rayarnos más”.
Se refiere a Pete, que estuvo en la banda hasta que las diferencias entre ellos impusieron una reconversión a power trío. Fue en otoño de 2016 (fijamos la fecha no sin antes una pequeña discusión entre los tres), cuando encontraron la que consideran su formación ideal. Habían empezado como dúo Adrián y Samuel, luego incorporaron al exguitarrista y más tarde se sumó Yago al bajo. Como cuarteto hicieron su primera grabación seria, el EP Badass (autoeditado, enero 2015), básicamente una práctica de Yago en la Escuela Audiovisual de Vigo.
Ahí empezó la accidentada relación de Kings of the Beach con la música registrada. Tenían dos días para grabar, pero Samuel, el batería, se rompió el tobillo montando en skate tras la primera sesión. Cuando meses después les habían dado cita para registrar el single Jazz Stick Drama, resulta que a Yago le cuadró una operación de muelas el día anterior. “Metiendo las voces, gritando, notaba los puntos, y pensaba ‘se me van a saltar’”. Sobrevivió a base de ibuprofenos. De la grabación del EP Bat Pussy no refieren ninguna desgracia, ni tampoco del sencillo Estella, el primer tema como trío, una “canción de amor” a una de las empleadas de VigoSónico, el proyecto de locales de ensayo del Concello, del que se declaran defensores (aunque el estado del material no sea el óptimo por el poco cuidado de algunos grupos).
Y para la grabación de su primer disco, el colmo de las desdichas: uno de los cantantes, Adrián, se queda sin voz el primer día. “De tanto gritar y fumar”. El álbum lo grabaron en Madrid, en los estudios Granma que tienen gente de The Parrots o Los Nastys, referentes del garage estatal. Las sesiones duraron una semana -una tarde y una mañana para Samuel, que tenía que volver para ir a clase- en la que, digamos, escaseó la higiene. El garage será sucio o no será. Aunque ahora apuesten por trabajar cerca de casa para hacerlo con más calma, están satisfechos de haber aceptado la oferta de grabar allí. También por lo que supuso de cultivar el sentimiento de estar generando una escena dentro de su estilo.
Entre tanta peripecia en los estudios, Kings of the Beach se han dedicado a llevar su directo allí dónde les han dejado. Que son muchos sitios, en especial desde que empezaron a trabajar con el sello y agencia de Madrid Ciudad Oasis. El más llamativo, la SXSW, un festival de 10 días de duración en el que la ciudad texana de Austin se convierte en el escenario de miles de conciertos. Ellos, en marzo de este año, dieron tres, pero prometen volver la próxima edición para tocar mucho más. En Estados Unidos, claro, su estilo tiene más aceptación y se quedaron encantados con la reacción de la gente a su propuesta. Ahora están preparando su asalto a Europa en los próximos meses y quieren seguir explorando lugares de la península que no han podido trabajar demasiado, como el Levante y la Costa del Sol.
Pero, volviendo al inicio, ¿qué se puede encontrar alguien que vaya por vez primera a un concierto de Kings of the Beach? “Cada uno es diferente, pasan cosas diferentes, hay gente diferente”, comenta Adrián. Puede ocurrir, como en el Basticore de 2016, que un tipo se suba desnudo al escenario y que haya problemas con la electricidad que les obliguen a actuar a oscuras. “Tocábamos para la nada pero sabíamos que allí abajo había gente moviéndose”, relata el guitarrista. A veces, cuentan, la falta de oxígeno por los berridos que pegan les provoca vahídos y el batería acaba todos los bolos sin saber muy bien dónde está. “Como que se te va la mano y estás tocando una nota rara -Yago reproduce un sonido de bajo pantanoso- y de repente te das cuenta y te dices, ‘vuelve, tío, vuelve’. Cada bolo es una aventura”. Otra vez, en un festival de skate en Mundaka, unos tipos utilizaron sus espráis para lanzar llamaradas hacia el techo. En Sevilla, en medio de la apoteosis, a Yago no le salió nada mejor que llamar a todo el público a subirse al escenario. Cosa que unos 30 espectadores hicieron con diligencia, para pánico del organizador. Para añadir un punto estrafalario a la escena, el hombre iba disfrazado de dinosaurio. Al final aquel desmadre solo se detuvo cuando les cortaron el sonido.
¿Entonces está vivo el rock & roll?
Adrián: Sí, necesitamos mantenerlo.
Yago: A la gente le gusta el rock.
Samuel: A la gente le gusta liarla.
Yago: Ves a la peña que quiere pogo. A veces hace falta calentar el tema.
Adrián: Hace falta alguien que encienda la llama. A veces bajamos nosotros, empujamos a la gente y ya va rodado.
Yago: Pero estamos a favor de pogos comedidos, no violentos.
Adrián: Eso pasará cuando el bolo esté súper lleno y sea una marea y te puedas tirar sin fallo.
A reventar salas cada vez más grandes aspiran y están convencidos de que lo conseguirán. Si hay algún grupo de Vigo que, en estos momentos, está en condiciones de conseguirlo a base de guitarrazos es Kings of the Beach. Por el camino, seguro, no dejarán de prender la mecha. Eso sí, con las debidas precauciones: “Los importante es estirar antes y después del concierto. La peña nos ve raro, pero es absolutamente necesario”. Adrenalina. Sudor. Caos. Y estiramientos.
La música de Vigo, en seis preguntas
Vuestro grupo/artista de Vigo favorito:
Adrián: Lamprea Explosiva, son mis mejores amigos desde que empezamos el grupo y siempre disfruto con sus directos.
Yago: Lamprea Explosiva está claro que es de lo mejorcito y más personal, pero debemos de mencionar a una amiga muy especial que también lo está petando y tiene una presencia y una voz increíble: High Paw.
Un sitio para tocar en Vigo:
Adrián: La Iguana, aunque ahora esté en reformas y nadie sepa qué va a suceder con este local, es un lugar a tener muy en cuenta si quieres tocar en Vigo.
Yago: Opino lo mismo, conocida internacionalmente.
Samu: Yo me quedo con La Iguana pero los conciertos de Súbete ao Castro eran algo que valdría la pena revivir.
El mejor concierto de Castrelos:
Adri: el mejor supongo que fue el de los Arctic Monkeys en 2006, pero como a ese no fui porque era un enano, me quedo con el de Miguel Bosé el año pasado, flipé.
Yago: Yo creo que no se puede elegir uno. He visto a Bisbal, Mago de Oz, Jamie Cullum, la Coral Casablanca, Aphonnic… El anfiteatro de Castrelos es el lugar, no importa el grupo.
Un grupo/artista de Vigo al que reivindicar
Adrián: Mut (ya sabréis por qué).
Yago: Tony Scum ( el Alex Turner vigués).
Samuel: Me quedo con el Tony también, tiene un algo especial.
The next big thing de la escena viguesa
Adrián: Nosotros.
Yago: Copio y pego
Samuel: Ídem.
¿Qué opináis de la escena musical en Vigo?
Adrián: La escena en Vigo es muy amplia, pero escasa en cuanto a mi gusto. Hace poco había demasiados grupos (lo cual mola) aunque pocos músicos, ahora parece que empieza a haber algo más equilibrado en el panorama. Pero vamos, tampoco tengo mucha idea, como dije hay muchos grupos y no los conozco todos.
Yago: Yo creo que la escena musical en Vigo es muy amplia y hay grupos y músicos de más. Creo que el quid de la cuestión está en la asistencia a los conciertos. Eso es lo que debe aumentar, pagar por los bolos y no decir que están caros.. que el temita es quejarse. En cuanto cambiemos esa forma de pensar, todo será mejor.
Samu: La escena es algo extraño, dependiendo de quién toque la peña llena la sala o la deja vacía independientemente de la calidad del grupo que toque. Si subes un poco el precio de un bolo no te viene ni dios, pero bueno no somos nadie como para mandar o decirle a la peña en dónde debe gastar su dinero. Eso sí, somos muchas bandas, mucho buen rollo y sobre todo nos apoyamos entre todos.