Lokker

TRAP SIN (TANTO) FILTRO

Ahora que el trap ya es mainstream incluso en España y casi cualquiera es capaz de reconocer sus señas de identidad, ahora que miles de chavales han experimentado en sus casas con las bases digitales y el autotune, una nueva ola llega para cuestionar algunos de esos lugares comunes. En Vigo la representa Lokker, que en Hell, su recién salida primera mixtape, despliega un sonido más acústico, con uso contenido de los filtros -ninguno a la hora de canalizar su existencialismo postadolescente- y los efectos. “Me quedo con la gente que cuando la escuchas sin 80.000 cosas detrás dices ‘está bien’, no ‘estará bien cuando se procese 40 días después’”, comenta en un resumen elocuente de su credo estético.

Lokker busca en ese sonido más natural reafirmar su personalidad en una escena que, a su juicio, “está colapsando”. La propia idiosincrasia del trap, el Do it Yourself llevado al extremo -”por 50 euros cada uno nos compramos un micro, hacemos lo que sea y ya somos artistas”, explica con retranca- conduce a esa saturación. “Le pegas una patada a una roca y salen 80 iguales”. Él no quiere ser una de esas “100.000 copias” de cada músico interesante que triunfa, sea en el underground o a nivel más masivo: “No se trata de que suene bien como este, este, este y este; se trata de que suene bien y a ti, especial”.ano de otra frase de su amigo y primer productor como si fuese el primer mandamiento de una religión: la obra ha de estar por encima de la persona, “eso es un artista”, lo demás son “populismos y popularidades”. “No me digas ‘soy el más independiente del mundo, tengo un trabajo de puta madre en un consejo de administración y luego toco la guitarrita’. Yo voy a morir con esto”.

O Meixoeiro, un barrio con mucho aparcamiento y pocos bancos. | Alba Villar

O Meixoeiro, un barrio con mucho aparcamiento y pocos bancos. | Alba Villar

En sus textos, en inglés, utiliza con cierta frecuencia -no tanta como otros de sus colegas de género- la palabra bitch (zorra), así que es inevitable preguntar por el machismo en el trap y la consideración de la mujer dentro de este mundo. “Uso palabras de ese rollo porque la letra dice algo fuerte realmente. En esas historias de mis canciones había muchos insultos y muchas peleas. Lo que tú me llamaste, lo que yo te llamé; cómo arreglamos, cómo estropeamos. Así pasó, así lo escribo y así lo canto”.

“Lo que no me gusta -esgrime- son los artistas que hablan todo el rato de eso y todo el tiempo dejan a la figura de la mujer en ese lugar. Como el reguetoneo de ahora, y mira que tengo raíces latinas y me las sé todas”. Así que, sin entrar en qué es machismo y qué es feminismo, Lokker dice, más serio que en el resto de la entrevista: “Yo les tengo muchísimo respeto”. Como a Africa Vugatti, la encargada del estilismo y de los guiones de sus vídeos. “Es la ama, aunque tenga mi puta edad. Que dirija todo eso una chica de 21 años me hace pensar que igual me hace falta una neurona más”.

Lokker responde con la naturalidad que imprime a su sonido, la de un chaval de O Meixoeiro hijo de padre emigrante -uruguayo- y madre gallega, que se gana la vida trabajando en un taller de artesanía. Nos cita para la entrevista y la sesión de fotos en su barrio, un típico producto del rural vigués, descoyuntado por un enorme parque comercial. Aprovechamos la época electoral para pedir unos bancos para la zona: después de varias vueltas la charla acabó haciéndose en una mesa de cierto restaurante de comida rápida.

Paradojas de la era de la globalización, el chaval de O Meixoeiro se siente más cómodo cantando en inglés, a diferencia de la mayoría de los artistas de trap que triunfan en España. Lo explica porque la mayor parte de la música que escucha viene de Estados Unidos -a los siete u ocho años ya se le daba por rapear- y porque le resulta más fácil canalizar sus inquietudes en esa lengua. “Creo que todo se puede expresar en todos los idiomas, pero en inglés hay algunas sonoridades que se pueden fusionar mejor, que dan un espectro más amplio para empezar a fuchicar y a experimentar”. Ni siquiera se plantea probar con el gallego o el español. “Si improviso algo me sale en inglés”, señala. Uno de sus métodos de trabajo es precisamente, ya en el estudio, ir poniendo melodía y letra sobre las bases que crean los productores con los que colabora.

¿Y cómo fue la experiencia de rodar en Madrid? “Aquí me había grabado algún vídeo, pero tener una actriz, un diseñador, cámaras, estilista, fotógrafo, estudio… Nunca había llegado a ese nivel. Ahora lo veo y es lo necesario para sacar un proyecto. Antes pensaba ‘¡estos elitistas están locos!’”, comenta entre risas. “Venía de la nada y allí fue como tener todo por un segundo”. También recuerda algún episodio un tanto desastroso –“perdí todo, hasta el tren”- que le hizo no querer volver a la capital, pero no le quedó más remedio. Ya se ha reconciliado con la ciudad, aunque no pueda “ir liándola por la calle como aquí”.

Decía Tarci Ávila, de Presumido, en la entrevista que inauguró esta sección que en Vigo la única escena musical realmente existente es la de la música urbana. El colectivo Banana Bahía Music situó a la ciudad en el mapa y la gente de Young Muzik, una camada más joven pero con lazos con los primeros, han consolidado ese fermento. Lokker ha colaborado con ellos, algunos son colegas desde la infancia, aunque ahora va más por libre: “Estoy haciendo algo muy acústico y ellos van por historias más digitalizadas. Cuesta un poco, si pongo un ritmo de los míos o ellos uno de los suyos no hay tanto entendimiento. Si no disfrutamos haciendo el tema mejor quedar para tomar unas cañas”.

El cantante no tiene una explicación específica a este florecer de la música urbana en Vigo, -“me está sorprendiendo hasta a mí, que llevo aquí toda la vida”- y lo atribuye a más a razones genéricas. “Galicia es diferente. Nuestras raíces están muy ancladas a la música, todo es música y toda se puede unir”. Apela a la nebulosa herencia celta: “Los celtas quieren la libertad. Venimos de una historia muy natural y espiritual; venimos muy de lo hondo y eso para hacer música, no digo solo de mi estilo, cala”.

Volviendo a la saturación de la escena, cerramos la entrevista preguntando a Lokker si se ve haciéndose un hueco. Comenta que la tendencia en Estados Unidos, en su línea más acústica, está llegando a España, y eso le puede ayudar. “Todo lo que hago es un poco underground, un poco para mí, pero ese sonido está pegando muchísimo ahora”. Especula con que alguien más conocido le invite a colaborar -algo muy común en el trap– y eso le sirva de empujón, pero justo después de decirlo matiza: “Aunque no me gusta lo de acercarme a tal y subir un escalón, me acerco a otro y subo uno más. Es mejor esperar un año más, tampoco 40, y hacerlo por ti”. 

La música de Vigo, en seis preguntas

Tu grupo/artista de Vigo favorito:

Lokker: Supongo que Kaixo por gusto musical y proximidad.

Un sitio para tocar en Vigo:

Lokker: Soy de salas, La Iguana y Masterclub son quizás las que más me gustan de la ciudad.

El mejor concierto de Castrelos:

Lokker: –

Un grupo/artista de Vigo al que reivindicar

Lokker: BBM sin duda, llevan un buen tiempo dándole caña al rollo urbano en Vigo. Todo a su debido tiempo.

The next big thing de la escena viguesa

Lokker: Overdose se la lleva.

¿Qué opináis de la escena musical en Vigo?

Lokker: Me encanta que aún se siga sintiendo el espíritu del rock, hay bastante punk, ska y bandas de todo tipo activas y mucha música urbana también. Hay más talento del que se cree y todavía no se ha exprimido lo suficiente ni la gente se ha dado cuenta de todo el potencial cultural que tenemos aquí.

En Vigo hay mucha gente buena intentando hacerse un hueco en prácticamente todos los aspectos que el arte abarca, eso también hace que sea más fácil la unión entre artistas.

Sinceramente creo que Vigo está en un buen presente hablando de música y creo también que le depara un buen futuro en cuanto a las generaciones venideras.

Quién es

En cuatro notas


Lokker no quiere sonar como los 80 cantantes iguales de ‘trap’ que, dice, salen si le das una patada a una roca. Apuesta por menos ‘autotune’ y atmósferas más cercanas al rock para acompañar sus letras nihilistas, cargadas de conflicto y desesperación. Acaba de lanzar su primera ‘mixtape’, ‘Hell’, con el sello Overdose.