Pálida

DETRÁS DE LA EPIFANÍA HABÍA UN PUZLE

“La música electrónica es música de plastilina” es una aseveración que, a falta de un estudio científico que lo corrobore, debe de subscribir un porcentaje apreciable de amantes del rock, del jazz, del soul, del metal, del son cubano o del flamenco. José Garnelo, Nelo en la escena underground viguesa, era uno de ellos. De hecho, es él quien pronuncia la frase, poniéndola en boca de aquel noise rocker que era hace 10 años. Ahora, reencarnado en Pálida, desborda pasión cuando habla de sus cachivaches, de sus sesiones en clubes, de la tarea de poner al público a bailar. En plena búsqueda de una discográfica que le abra las puertas de una audiencia mayor, como aperitivo tendrá una de sus canciones, You were melting in the wrong hands, en el recopilatorio Galician Bizarre 3.

¿Qué ocurrió para que aquel postadolescente “súper dogmático” y entregado a la religión guitarrera de Sonic Youth acabase convertido en militante de la causa techno y en uno de los creadores de electrónica más reconocidos de Galicia? La versión corta de la historia: una “epifanía” durante un concierto del artista The Field en el festival Primavera Sound. “De repente la cabeza me hizo clic”, rememora como si volviese a experimentar aquel subidón. En realidad, esa revelación venía fraguándose desde que un amigo le descubrió al citado productor, a Animal Collective y a Fuck Buttons. Ese colega luego ejercería de guía por ese nuevo mundo hasta que un día, después de una sesión, le abrazó y le dijo: “Ya no tengo nada más que enseñarte; ahora simplemente disfruto de tu música”. Un maestro Jedi en toda regla.

“Me cambió la perspectiva sobre la electrónica, vi que había un montón de herramientas expresivas que mi ignorancia y mi catetismo no me habían permitido ver”, explica Pálida. Y luego lanza una reflexión que suena a consejo a su yo de 20 años, o a cualquiera que lo quiera escuchar: “No puedes ir buscando en la electrónica lo mismo que en Led Zeppelin, del mismo modo que no escuchas Led Zeppelin de la forma que escuchas música clásica”.

Así que, una vez abierta la puerta, el primer paso fue introducir instrumentos de electrónica en sus proyectos de pop y rock: Sugar Overdose, Clover y Durarará!!. Con estos últimos entró en el colectivo Metamovida, al que aún pertenece, aunque ya ha dejado de cantar en la Orquesta de improvisación conducida. La evolución natural fue acabar haciendo pura electrónica. Aunque el proyecto surgió como un dúo con el guitarrista de Why Go, a los dos meses Nelo siguió el camino en solitario.

Palida en uno de los rincones favoritos de Vigo donde solia jugar de chaval Paula Farina
Pálida, en uno de los rincones favoritos de Vigo, donde solía jugar de chaval | Paula Fariña

Quizás algún lector levantó la ceja más arriba al leer la palabra “instrumentos”. Pero sí, todo lo que suena en Pálida está creado con un sintetizador, un sampler y una caja de ritmos. Todo orgánico, nada digital, nada de ordenadores. “Me gusta trabajar con restricciones, son buenas para la creatividad. En un ordenador tienes todas las posibilidades que se te ocurran. Y, más para un neófito que no tenía ni idea, -apenas sé algo ahora- ya me venía bien tener un entorno más capado”.

Esas mismas limitaciones que utiliza para componer operan cuando toca en directo: todo está ocurriendo en tiempo real a través de esos tres aparatos, a diferencia de la mayoría de músicos de club, que disparan la sesión pregrabada y sobre eso van aplicando modificaciones. ¿Y la audiencia es consciente de ese trabajo creativo?

En toda esa puesta en escena hay un alto grado de improvisación. “Si te limitas a recrear una y otra vez las canciones que has compuesto es la hostia de aburrido”, comenta, y reconoce luchar contra el “síndrome de la mano inquieta”, la tendencia a añadir y retirar elementos, contraria a la repetición que lleve al trance tan propia del techno. Ya cada tema tiene dos o tres estructuras posibles, a partir de ahí las variaciones son todas las que se pueda imaginar. De hecho, durante unos meses todo el set era improvisado: se tapaba los ojos, cogía una parte de una de sus canciones en el sintetizador, otra en el sampler y otra en la caja de ritmos y a partir de ahí montaba algo nuevo. “Esto a veces daba en cosas brillantes, porque pasaba algo genial, pero había momentos que llevaba cinco minutos en que no sabía qué estaba haciendo”.

Un método extremo pero que encaja con su idea de que la música electrónica es como un rompecabezas o un videojuego -otra de sus pasiones- “que se puede resolver de infinitas maneras”. “En tu cabeza puedes tener algo, más claro o más difuso, pero tienes un instinto que te dice a dónde quieres llevar lo que estás haciendo. Pero no hay una manera correcta de llegar ahí. Giras nodes y ajustas parámetros hasta que dices: “¡Ahora (acentúa la palabra con un aplauso) encaja todo a la perfección!”

palida1 by facundo pardo
Pálida en acción | Facundo Pardo

Este ejercicio de honestidad que rememora en la entrevista es el que Pálida quiso hacer en sus redes sociales, que habitualmente son vehículo de buen rollo y gratitud hacia promotores y público. Y, pese a que se lo pensó mucho por temor a que se interpretase como un reproche a la organización, lo hizo también para reivindicar una utilización menos artificial de las redes. “En el momento de agradecer al festival, y genuinamente estaba agradecido, me sentía hipócrita si no hacía mención también a esa mala experiencia”. Así que lo hizo, un poco a modo de alegato contra esa realidad distorsionada de “selfis de peña comiendo cosas increíbles, viajando a sitios increíbles, viendo conciertos increíbles”.

Es claro que Nelo no encaja en el perfil de vendedor de falsa realidad. Incómodo, aunque bienhumorado, durante la sesión de fotos -”ahora entiendo por qué los músicos salen siempre mirando hacia otro lado”-, comenta los parecidos entre las bases rítmicas del Thriller de Michael Jackson con el trap mientras la fotógrafa busca un nuevo encuadre. Como diciendo: “Casi mejor hablar de música que esto de posar”. Luego, con la grabadora ya funcionando, tampoco le cuesta admitir las dificultades que tiene para encontrar una discográfica que lo apoye. “La historia de mi vida; en Durarará!! éramos demasiado poperos para la tralla y demasiado tralleros para los poperos. Con Pálida soy demasiado melódico, demasiado raro para la electrónica pura y demasiado techno a machete para la electrónica indie”. Y es que los sellos están muy especializados en las distintas ramas de este estilo. Con todo, ha topado algunas opciones que pueden fructificar. Hasta el momento, su método consistía en subir a Bandcamp lo que iba grabando -lo que da la posibilidad de escuchar su evolución desde 2013- ahora siente que ha llegado a un nivel tanto artístico como de producción que merece buscar un soporte para llegar a nuevas audiencias interesadas en la cultura de club.

Apenas unos días antes de la entrevista había estado preparando las maquetas de dos temas para enviar a las discográficas. Horas de trabajo solo de grabación, puesto que tampoco ahí echa mano del ordenador. “Grabo en directo para preservar esa inmediatez, esa visceralidad cuando un tema te pide evolucionar”. Hasta que encajen todas las piezas del rompecabezas.

La música de Vigo, en seis preguntas

Tu grupo/artista de Vigo favorito:

Aries (aunque no es oriunda viguesa, en cuyo caso, Trilitrate)

Un sitio para tocar en Vigo:

Soñado, Castrelos (entrada de balde, por favor); realista, Masterclub, sobre todo para electrónica.

El mejor concierto de Castrelos:

Jamiroquai.

Un grupo/artista de Vigo al que reivindicar

Tulip me gustan muchísimo, espero que el disco que van a grabar en unos meses les salga fetén.

The next big thing de la escena viguesa

No tengo ni la más remota idea. Creo que estoy bastante fuera de la movida + hay una cierta ausencia de movidas nuevas.

¿Qué opináis de la escena musical en Vigo?

Hay muchas escenas: la del jazz, la de la electrónica, la “alternativa”, la vieja guardia, los jevis… Y lo de siempre: muchas bandas, no tanto público… Creo que no estamos mal en lo que a sitios para tocar respecta, pero todo es muy inestable, endeble… Es complicado.

Quién es

palida dibujos

Nelo, músico y productor

Antes de reencarnarse en Pálida, José Garnelo (1984) militó en Durarará!!, Clover y Sugar Overdose. También participó durante años, a la voz, en la Orquesta Metamovida.

Desde que lanzó Pálida ha grabado multitud de material, que se puede encontrar en su Bandcamp. Desde Sketches, de junio de 2013, hasta Shönen Kingdom, una sesión en directo grabada este 2018, suma referencias como Old songs, new machines; Captacha The Clutch.

Ahora ha puesto sus cacharros al servicio de Seda, su primer grupo desde que Durarará!! se disolvió en 2013. «Es guay volver a tener compañeros de fatigas, hacer música juntos y vivir la aventura de tener un grupo, que es de puta madre», comenta sobre este trío que mezcla pop psicodélico y hip-hop. Le acompañan miembros de Jay y Dois.

Galería

Galería

En cuatro notas


Desde su «ignorancia», Nelo despreciaba la electrónica, hasta que una epifanía le hizo cambiar la guitarra por los sintetizadores y los samplers. Ahora, convertido en Pálida, se dedica a resolver el rompecabezas que es para él este estilo, mientras pone a bailar al publico de clubes y festivales de toda España. En estos momentos anda en busca de discográfica para su techno orgánico y visceral.