CONTRA EL MUNDO, DE RISAS
Desde hace más de una década pululan por el universo de la música viguesa unos seres singulares, Los Marcianos, pura reivindicación, en espíritu y sonido, del indie primigenio, el de grupos como The Jesus and Mary Chain y Sonic Youth o Los Planetas y El inquilino comunista, en la traducción española. Una banda que enarbola la distorsión guitarrera y la melodía pop y que fluctúa entre la oscuridad y el desenfado, entre el desencanto y la broma. Acaban de publicar Contra el mundo, cinco temas que dan continuidad a otros tantos recogidos en Nuevo Orden Cósmico (2018) y que reflejan a la perfección su identidad: “Sonamos como buscamos”, resume el cantante, guitarrista y capitán de la nave, Ibán Marciano.
En verdad, las 10 canciones que se integran en ambas referencias se grabaron de una tacada con el productor Carlos Hernández, una pieza clave en el proceso de maduración de un grupo ya veterano –se formó a finales de los 2000- pero que se ha redefinido en el último lustro. “Sí, funcionaría como un solo disco porque realmente está grabado y pensado como tal”, aclara Ibán. Dividirlo en dos publicaciones fue idea de su discográfica, Clifford Records, a fin de no dejar un lapso demasiado largo sin tener nada nuevo que mostrar. Ya saben, el público necesita estímulos constantes y, además, poca gente escucha una decena de cortes seguidos.
Ese humor que impregna muchas de sus letras se cuela en varios momentos de la entrevista. Se ríen, por ejemplo, de su nefasto olfato para los singles. “Nos pasa que cuando pensamos que una canción va a ser la que tenga más éxito, luego es otra”, comenta el bajista, Dani, e Ibán completa: “¡Es la que menos!”. En Nuevo Orden Cósmico, la que veían más floja era ‘Nuevos tiempos’ -de hecho, la hubiesen descartado si no fuese por la intervención del productor- y es la que más tirón tiene; de Contra el mundo no le tenían mucha fe a ‘Mi cumpleaños’, y en cambio ya la escogió alguna radio.
También reaccionan con una carcajada cuando se les comenta que la reivindicación del indie como estilo no se traduce, a tenor de sus letras, en un especial aprecio hacia las personas que responden a esa denominación. “Debería comprar un revolver y acabar con todos los indies de esta ciudad”, canta Ibán en ‘Consulta la prensa mañana’ (Una tormenta de canciones de amor a quemarropa, 2016). “A lo mejor es que hay un mal llamado indie y resulta que ahora la etiqueta se le pone a mucha gente que ni siquiera conoce todo eso de lo que estamos hablando [los grupos nombrados arriba, entre otros]. Pero la verdad es que ser antindie es indie; en este mundo siempre hubo una moda de criticar a los modernos”, comenta el cantante en una agradable cafetería de la Travesía de Vigo que, en efecto, no entrará en la listas de los garitos más cool del año. En el vídeo, pura serie B grabada en La Iguana, lugar de la “masacre sangrienta”, aparece su amigo Roy Basanta en el momento del verso citado. Guiño, guiño, patada, patada.
En todo caso, incide Ibán, las letras no tienen por qué reflejar su forma de sentir o de pensar. ‘Mi cumpleaños’, por ejemplo, es un himno amargo a la desilusión vital, cuando a él le encanta celebrar sus aniversarios. “Tenemos esas dos vertientes, una más reflexiva, más poética, y otra más divertida”. En ese contexto hay que entender también su reivindicación del pop frente al rock, expresada con simpática contundencia en una reciente entrevista. “Estamos más cómodos ahí, con letras más universales, más triviales, no muy trascendentales”. La música como celebración y no tanto como vehículo para un mensaje de fondo. “Aquel rock que venía a cambiar el mundo está muerto. Hay bandas muy buenas, pero un chaval que quiere ser rebelde no se expresa a través del rock”.
Esa misma variedad se da en lo musical, con composiciones que van del shoegaze al power pop, pasando por el noise. “Pero sí que intentamos actualizar el sonido, no quedarnos tanto en los 90”, expone Ibán. Cuando le pasó las primeras maquetas a Carlos Hernández le dijo: “Podemos hacer un discazo, pero vamos a intentar que no sea tan noventero, que también sea actual”.
Los Marcianos ocupan un lugar singular en la escena. Desde luego están muy alejados -en repercusión y también en estilo- de esa primera fila de bandas etiquetadas como indies que ahora ocupan el mainstream. Poco tienen que ver con Izal, Vetusta Morla o Second. Tampoco son de esas bandas que están constantemente en la carretera. Sin embargo, sus canciones suenan en multitud de podcast y radios alternativas, algunas de latitudes insospechadas. “Muchas veces nos sorprende donde aparecemos. El otro día en una emisora de shoegaze de Estados Unidos, te preguntas cómo llegó ahí”, dice Óscar, y se suma Ibán: “Eso está guay, son gente que te pincha porque le gusta, que no recibe ninguna presión de ningún representante ni de ningún agente de promo. Es lo más indie que hay”.
Una de esas emisoras alternativas también tuvo un papel relevante en el devenir de la banda. “Después de pasar con Una tormenta de… por todas las discográficas de España y que ninguna nos hiciese caso decidimos sacarlo nosotros y mandamos un adelanto a las radios”, cuenta Ibán. En Canal Extremadura, al locutor Agustín Fuentes le gustó y les recomendó un par de sellos más. Respondieron en positivo de Clifford Records, una pequeña disquera de Almería con tradición en la escena. Allí publicaron Viva Suecia sus primeras referencias y cuentan con nombres como Automatics -su guitarrista, Manuel Aranzana, diseñó la portada de Contra el mundo-. “Nos dejan hacer lo que nos da la gana respetan al músico. Es muy pequeña, pero todo lo que hacen es con mucho mimo. No son contratos leoninos de los que eres esclavo”. Es decir, es una discográfica como Los Marcianos, realmente indie.
(Una idea era empezar este reportaje animando a tomar un chupito por cada vez que apareciese la palabra indie, pero finalmente se decidió cambiar de plan, no fuese a ser que esta sección recibiese acusaciones de fomento del consumo desenfrenado de alcohol).
LA MÚSICA DE VIGO, EN SEIS PREGUNTAS
Vuestro grupo/artista de Vigo favorito:
Ibán: When Nalda Became Punk.
Dani: Del pasado: The Blows y CatPeople. En activo: Basanta.
Víctor: Hai moitos que me gustan.
Un sitio para tocar en Vigo:
Ibán: La Casa de Arriba.
Dani: Villa Solita. En cuanto a salas, tanto en La Fábrica como La Iguana hemos estado siempre cómodos tocando.
Óscar: Finca de Villa Solita.
Víctor: Castrelos. Templo dos anhelos musicais de calquera músico vigués.
El mejor concierto de Castrelos:
Ibán: Oasis.
Dani: Franz Ferdinand en 2006: duelos de guitarras, máxima implicación y diversión de la banda, canciones bailables, toda una delicia.
Óscar: Metallica, Vetusta Morla.
Victor: Mika, a nivel de posta en escea, calidade sonora, etc.
Un grupo/artista de Vigo al que reivindicar porque no tiene el reconocimiento que crees que merece:
Ibán: Linda Guilala.
Dani: Linda Guilala, están a un nivel mayor que el reconocimiento que tienen.
Óscar: Voltaica, Hijos de la sal.
Victor: Todos os que propoñen cousas novas e orixinais defendéndoas contra a falta de oportunidades.
The next big thing de la escena viguesa:
Ibán: Tulip.
Dani: Rober Carcos.
Óscar: Basanta y Maldito Murphy (creo que están haciendo las cosas realmente bien).
Victor: A Calen.
¿Qué opináis de la escena musical de Vigo?
Ibán: Hay una escena increíble con un montón de bandas, cada uno en su estilo, haciendo cosas muy interesantes. Además, tengo grandes amigos en la música, se comparten cosas, se colabora, etc.. Lo único que echo de menos son más festivales pequeños en salas de varias bandas como hay en otras ciudades (Madrid es Ruido, Málaga Pop Fest, Reload Fest…).
Dani: Siempre hay muchas opciones cada fin de semana de ver a grupos locales, igualmente me gustaría que hubiese más eventos con bandas de Vigo y poder dar conciertos más habitualmente en casa. Lo que es innegable es que Vigo ha sido, es y será una potencia a nivel musical.
Óscar: Si hablamos estrictamente de música… ¿Una gran escena, con un nivel de músicos y una amalgama de bandas impresionante!. Si en esa misma escena tenemos que meter todo lo que la rodea, no creo que haya escena.
Víctor: Gustaríame unha escea donde a xente fose máis ás salas que aos concertos estivais.
QUIÉN ES QUIÉN
Ibán González, voz y guitarras
Tras pasar por algún grupo de punk en su adolescencia, formó parte de la banda El Nombre es lo de Menos a finales de los 90 y principios de los 00s. Lleva desde finales de los 00s al frente de Los Marcianos. Además, es organizador, junto a Frans Banfield, de la iniciativa Vigo Vocal’s Reunion, que se celebra todos los años en Vigo. También ha dirigido programas de radio y es colaborador de la revista Segundo Premio.
Daniel Carrera, bajista
Tiene inquietud por la música desde pequeño. Empezó en grupos como NJC como guitarrista, aunque pronto se pasó al bajo y formó parte del grupo Cuaderno de Bitácora, del que era miembro fundador Fei, además de los proyectos musicales Capitán Kidd junto a Carlos Iglesias y First Person. Tras unos años inactivo, le pica el gusanillo de volver a la música y en 2017 responde a un anuncio y entra en Los Marcianos.


Óscar Novoa, guitarras
Guitarra y letrista, pasó a ser miembro desde el 2016 cuando entró a formar parte de Los Marcianos para presentar en directo Una tormenta de canciones de amor a quemarropa«, por amistad desde la infancia con Ibán Marciano. Su anterior proyecto, desde 2009, fue Cutcracker, una banda de death metal junto con otros conocidos músicos de Vigo como Roy Basanta y José Calvo.
Víctor González, batería
Tras pasar por diversas formaciones como ¿De cuánto hablamos?, es miembro fundador de Los Marcianos a finales de la década pasada. Conocido también por su trabajo como técnico de sonido, DJ y por regentar la tienda de instrumentos Sonsvigo.
